
Por: Rogel Soto
En este Día de las Madres quiero rendir homenaje a dos mujeres excepcionales en mi vida.
Mami Angélica, gracias por ser mi raíz, mi ejemplo y mi refugio. Tu amor y tus enseñanzas han sido la base de todo lo bueno que hay en mí. Eres fuerza, ternura y sabiduría, todo en una sola persona.
Ramona, mi compañera de vida, gracias por ser una madre increíble, por tu entrega, tu paciencia y ese amor incondicional que das cada día. Verte ser mamá es una bendición que admiro profundamente.
Hoy las celebro con todo mi corazón. Que la vida les devuelva en alegrías todo lo que dan con amor.
Con cariño y gratitud infinita,
Víctor Manuel Báez


